miércoles, 28 de enero de 2015

CONSEJOS PARA COMPATIBILIZAR TRABAJO Y LACTANCIA CON ÉXITO



TRABAJAR A JORNADA COMPLETA Y LACTANCIA ¿ES MISIÓN IMPOSIBLE?

 

La respuesta es muy sencilla. NO.  NO es misión imposible. Es perfectamente posible y factible si sigues unas pautas y tienes voluntad.
Quizá, lo primero que recomendaría a cualquier madre es que se informe de los beneficios de la lactancia. Creo que muchas lactancias se abandonan por desconocimieto, y más si piensas en incorporarte al trabajo, todo pueden parecer dificultades.

Antes de  nada, quiero aclarar cómo entiendo que ha de ser cualquier lactancia para que funcione a largo plazo, tenga la madre que trabajar o no.



Entiendo que es díficil sucumbir al pediatra de turno, que te dice que el bebé no está en tal o en cual percentil, y que debería estar más alto, o que llora porque se queda con hambre... Tú, que no eres médico, quieres lo mejor para tu bebé, y si el médico te dice eso, puedes pensar que es de sentido común que le tienes que hacer caso. O, al menos, eso era lo que pensaba  yo, cuando, en las primeras semanas, me mandaron "complementar" con biberones. " ¿Complementar? pero si mi bebé está cogiendo peso, está saludable, esta contento..., incluso, hay semanas que coge BASTANTE PESO". "Ya pero a ti no te gustan que te dejen con hambre, al bebé tampoco" me dijo mi pediatra. Una que es insegura, sale de allí desmoralizada, pensando que incluso está haciendo pasar hambre al peque. "¿Qué clase de madre soy que deja con hambre al peque?", y claro, llegas a casa y preparas un biberón. En el fondo, yo lo preparaba con dolor de corazón, me instinto me decía que eso no era lo mejor para el peque, que tenía que insistir con el pecho. Y así empezó mi curiosidad por saber más sobre la lactancia, y empezar a informarme, a leer, a buscar experiencias de otras madres...



Efectivamente, complementar, va a llevar al fracaso de la lactancia tarde o temprano, porque el cuerpo adapta la producción a las necesidades del bebé. Si tu bebé toma bibe, tu cuerpo va a entender que lo que el bebé ha tomado de tí es lo suficiente, y no va a producir lo que el peque necesita.
El peque no puede mamar cada 3 horas y después tomar bibe, como recomiendan muchos pediatras, porque no es un reloj suizo, es un ser humano, que no entiende de horarios, que come cada vez que tiene hambre. Si no vacías el pecho, hasta pasadas 3 horas, el pecho se va a ir adaptando a eso, y va a producir menos para que puedas estar 3 horas sin dar leche, y a parte cuando llegue "la hora de la toma" la cantidad que sacará será muy poquita, porque luego va a tener un bibe, de modo que, poco a poco, ese pediatra que te aconsejó eso, se ha cargado una lactancia que marchaba perfectamente.
Así que cuando te pregunten que "¿a qué hora le toca la toma?", simplemente hay que contestar, que a la que el bebé quiera, es más, no sé lo que es una toma, porque se suelta y se engancha cuando quiere, y cuando lo necesita, ya sea por hambre, porque se siente protegido y seguro y le ayuda a estar relajado para dormirse, porque está agustito al calor de su mamá, o porque es un consuelo ante cualquier amenaza externa. La teta no es sólo comida, de modo que no la puedes racionar cada 3 horas.


Partiendo de esta base, y teniendo en cuenta que la lactancia tiene que ser a demanda para que funcione, (aúnque haya mucha demanda  y pueda ser algo duro al principio) , establecerás una correcta producción, acorde a las necesidades de tu peque, y conseguirás superar cualquier dificultad, como es el tener que trabajar a media jornada, o a jornada completa.

Antes de los 3 meses veo muy complicado comenzar a trabajar en una jornada normal, ya que el bebé necesita mucho de la mamá, el cuerpo se está aprendiendo a regular, y os estais conociendo y adaptando.

Os cuento como lo hice yo primeramente, es mi experiencia propia, lo cúal no quiere decir que no haya otras maneras de hacerlo que puedan resultar igual de buenas;


Me incorporé al trabajo cuando el peque tenía unos 3 meses y medio. Los primeros 15 dias, fueron más bien una toma de contacto y una incorporación muy progresiva. Yo trabajo a jornada completa, de modo que empecé con un ratito en la mañana, luego toda la mañana, luego un ratito por la tarde, y finalmente la jornada completa. En este proceso de incorporación, yo iba a casa cuando mi peque me necesitaba, tengo la suerte de que no estoy demasiado lejos de casa, y en 10 minutos puedo estar allí desde el trabajo.
 A los pocos dias ví, que esta opción se me hacía muy complicada, ya que había veces que no me podía ausentar, y comencé a extraerme leche.
Sabía que mi bebé sabía succionar perfectamente del bibe, porque, como digo, estuve unos dias "complementando" y lo tomaba del tirón.  Así que yo no preparé de ninguna manera al peque. En mi caso, me fue bien empezar directamente a dar leche "fresca" (conservada adecuadamente en la nevera como es lógico).
Siempre seguí la pauta de no darle leche que hubiese estado más de 24 horas en la nevera desde que me la había extraído, y seguí el sistema de dar el bibe que estaba en la balda más baja del frigo, cuando sacaba uno, bajaba para abajo los otros, de modo que los más antiguos estaban abajo y los más frescos arriba (espero que se haya entendido bien), así, la abuela, que lo cuidaba, no se equivocaba núnca.

El sacaleches que utilicé es el de medela swing. (Es un sacaleches cómodo, extrae fenomenal y es automático).  Compré unos bibes de recambios de medela para acoplar en el sacaleches, y era los que utilizaba siempre para conservar, ya que las bolsas son algo caras. Yo sólo las usaba para congelar y hacer reservas, por si acaso surgía un imprevisto, (se derramara leche o un día no pudiese sacarme, o no me saliera, etc...).



Me sacaba 3 veces al día leche, mientras el bebé mamaba del otro pecho.
Sólo me sacaba de un pecho,siempre del que estaba más lleno. 
Por las noches procuraba siempre dar al bebé del mismo pecho, y por la mañana me sacaba del que no había tomado, que estaba muy lleno.
 En el rato de la comida, al principio, cuando llegaba a casa, le ponía al pecho, y mientras, me sacaba del otro, para la tarde. Después de comer,  le volvía a poner al pecho, para quedarlo bien vacío, y estar bien toda la tarde, tanto el niño como yo.
Cuando llegaba a casa por la noche, lo primero el niño al pecho, y del otro el sacaleches.
Hacía 3 extracciones de leche, y el niño hacía dos tomas de leche extraída ( a media mañana y a media tarde). Por tanto, si con la leche de una extracción, no llegaba para una toma, tenía leche de una extracción "de sobra" para completar hasta lo que él solía tomar en cada toma, que eran 150 ml.
(Las mezclas de leche de distintas extracciones se pueden hacer, siempre y cuando la leche que queremos mezclar esté a la misma temperatura).
En cuanto a la cantidad de leche extraída, no todas las mamis sacaremos lo mismo, dependerá de lo que tome cada bebé, de modo que no me obsesionaría con esto, ya que cuando ellos subcionan extraen mucho más que el sacaleches.
Los primeros días que empecé con el sacaleches conseguía extraer 50/90ml , y a los pocos días, sobre todo por las mañanas, a veces sacaba 150 ml. Esto muy al principio, cuando el bebé solo tomaba pecho.
Luego, lo nomal, era hacer extracciones de 100/90ml y ya al final, antes de dejar de extraerme (aproximadamente cuando el bebé tenía unos 14 meses) me salían 50/60/70 ml, dependiendo el momento del día.
Seguramente habrá gente que me lea y piense que vaya sacrificio, o que vaya locura... yo pensaba que estaba haciendo lo mejor para mi bebé y eso me animaba a seguir, una vez cogí la marcha no significaba ningún sacrificio, al contrario, lo hacía con satisfacción.
Una vez que coges tu rutina de sacar leche es un acto, como el de lavarse los dientes, una extracción a mi me llevaba unos 7/8  minutos más o menos, a veces incluso menos, y lo hacía mientras el bebé tomaba pecho de modo que tampoco me suponía un tiempo adicional perdido, si no que aprovechaba ese tiempo de la toma para sacarmela. 
Cuando el peque ya era más grande, que quería coger los cables del sacaleches, me lo apagaba...., ya se me iba complicando porque no lo podía poner a la vez, pero aún así estuve varios meses sacándome.
A día de hoy, sigo trabajando y dando pecho, a veces jornadas de muchas horas, el pecho está adaptado perfectamente (se pone duro los primeros dias pero luego se adapta a que estes horas sin dar) mi bebé tiene casi 17 meses. Ya no me extraigo, porque ya no necesita tantas tomas, pero siempre que estoy con él toma todo el pecho que quiere y por la noche también, de este modo la producción se mantiene. La lactancia fluye perfectamente y la podemos mantener hasta que los dos queramos. El trabajo no es ninguna pega, si quieres, puedes establecer una lactancia de larga duración con un trabajo a jornada completa.

En base a mi experiencia os voy a dar unos tips para compatibilizar trabajo y lactancia con éxito:


1. Sé previsora: Si ya sabes cuando te vas a incorporar al trabajo empieza un mes antes a probar, compra el sacaleches, prueba si te sale leche, cuanta cantidad, ve preparando algunas reservas para congelar...

2. A partir de los dos meses más o menos (que el bebe ya sabe mamar bien), vete probando a dar algún bibe de leche extraída al bebé de vez en cuando, para que se acostumbre a la succión del bibe también, si empiezas a darle bibe siendo ya muy mayor es posible que YA le sea muy complicado aprender. Podrías darselo con cuchara o vaso, pero quizá sería más díficil, lento, haya derrames...

3.Si es posible, espera a que el bebé tenga más de 3 meses para incorporarte al trabajo, procura hacer una incorporación progresiva, aumentando poco a poco el nº de horas que pasais separados, para que el bebé y tú os adapteis



4. Para que los ratos largos que pases en el trabajo no afecten a la producción es importante que el bebé tome todo lo que quiera cuando esté contigo, fundamental son las tomas nocturnas y las tomas de los fines de semana/vacaciones, cuando esté contigo siempre ofrécele pecho. (Aprovecha los bibes para cuando tú no estés). Si al principio el pecho te molesta mucho, puede ser conveniente que, si no puedes acercarte a casa, lleves el sacaleches al trabajo y una pequeña bolsita refrigerada para guardar lo que saques.



5. Puedes hacer un banco de leche congelada para tener un colchón de seguridad, por si tienes un imprevisto algún día. Esa leche debe ser almacenada en bolsitas especializadas en el congelador escribiendo en ellas la cantidad y la fecha de extracción para no dar leche al bebé que tenga demásiado tiempo en el congelador.

6. No te obsesiones con la cantidad de leche que consigues extraer, esta cantidad va a variar, según lo que haya tomado el bebé, según la hora del día, según tu extrés, y según tu obsesión con el tema.
Un buen sistema es relajarse mientras sale la leche, respirar hondo, no mirar hacia el bibe, mirar al bebé para estimular la producción, olerlo, acariciarlo, si no está cerca piensa en él, en su olor, en su carita...
Seguramente noteis que cuando el bebé está mamando el otro pecho se os va llenando, por eso, es una buena táctica sacaros leche mientra mama, ya que el propio bebé irá estimulando que salga más leche al mamar y así ahorrais ese tiempo.

7. Sé muy cuidadosa con la leche que extraes y sigue un adecuado método de conservación. La leche extraída siempre ha de conservarse en la nevera, no más de 24 horas, a poder ser. Se puede mezclar leche de distintas extracciones pero siempre a la misma temperatura, (no mezcles leche de la nevera con leche recién extraída). Núnca guardes leche que le haya sobrado.

8. Si observas que la producción va disminuyendo, intenta aprovechar a poner al pecho al bebé todo lo que puedas, cuando estés con él (las noches son fundamentales). Si un día estás nerviosa, cansada, extresada, es posible que no consigas sacar, NO PASA NADA. Relajate, tienes reservas en el congelador. Seguro que en la siguiente extracción tendrás mejor suerte.

9. Cuando el bebé empiece a tomar alimentación complementaria, ofrécele siempre LO PRIMERO  la leche materna.

10. Es importante que haya una buena sincronización con la persona que quede al cargo, o bien, con la guardería. Idead algún sistema para que quede claro que bibe hay que tomar primero (con etiquetas, baldas del  frigo...).


Creo que con voluntad se consigue todo, así que si estais pensando en incorporaros al trabajo después de vuestra baja por maternidad, antes de dejar la lactancia os ánimo a que lo intenteis. Ya vereis como al final NO ES TAN COMPLICADO. 

Suerte, vuestros hijos tienen unas mamis que son LA LECHE!!! ;)

1 comentario:

  1. Marta, muchas gracias por compartir esta experiencia, me vino como un guante! Me voy a incorporar al trabajo el mes que viene y no sabía como organizarme para sacarme la leche ya que Eva (con casi 7 meses) sigue mamsndo a cada 3-4 horas. Pero me ha surgido una duda: si saco leche mientras ella mama, ¿no se quedará con hambre por mamar sólo de una teta?

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