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miércoles, 28 de diciembre de 2016

5 razones para NO GRITAR nunca a tu hijo





Los adultos a veces gritamos porque no somos capaces de controlar nuestra ira. Otras lo hacemos para demostrar nuestra autoridad, y en ocasiones lo hacemos para que el niño interiorice que algo no está bien y vea, a través de la magnitud de nuestro enfado, la gravedad de sus actos.



Hoy quiero demostrarte que los gritos son totalmente negativos a medio y largo plazo para el desarrollo sano e integrado de un niño.

Ejercicio de visualización:
Antes de continuar quiero que hagamos un ejercicio de visualización. Se trata de imaginar una situación con todo lujo de detalles. Lee las instrucciones y después cierra los ojos e imagina con el máximo detalle posible.

¿Cómo te sientes cuando te gritan a ti? ¡Piensa en alguna de las personas que más quieres e imagina que te grita como si no le importases y te habla como si todo lo hicieses mal! 

Yo he intentado hacer la visualización y casi de inmediato se me ha puesto un nudo en la garganta. Bien, ahora que ya nos vamos poniendo en el lugar del niño quiero darte 5 razones de peso por las que nadie debería gritar nunca a un niño.



1-Si quieres educar desde el respeto estarás dándole justo el mensaje contrario. 
Con tus gritos estás desmontando ese mensaje de respeto que tanto tratas de inculcarle. Nuestro ejemplo vale más que las palabras.

2-Si le gritas le das el mensaje de que tú eres más que él. 
Tu eres la fuerza, la figura superior y él es la figura inferior. Así se sentirá inmediatamente después, inferior. Cuando gritamos a un niño estamos tirando por tierra su autoestima, su auto-confianza, estamos infundiendo miedos en él.

3-Cada vez que gritas a tu hijo lo alejas de ti. Las relaciones sanas y fuertes se construyen desde la empatía, la confianza y el respeto, no desde el miedo. Estos gritos de hoy no alejarán de forma inmediata a tu niño de 3 años, pero sí servirán para alejar al adolescente de 15 años que será mañana. Lo que siembras es lo que recoges.

4-LLegará un día en que él te gritará a ti porque habrá interiorizado tus reacciones. 
Y si te tiene tanto miedo como para gritarte, acabará gritando a otras personas cercanas.
La forma sana de relacionarnos con nuestro entorno es directamente proporcional a nuestra capacidad para ser felices.

5-Los gritos son muy tóxicos en las relaciones. Suponen una falta de respeto. Si el niño acepta como normal una relación tóxica, probablemente aprenda a relacionarse de esta forma en el futuro con su pareja, sus amigos, sus compañeros.


Si estos motivos te han convencido y el obstáculo que encuentras a la hora de evitar los gritos en casa es controlar tu propia ira te aconsejo que leas este post.

Cómo controlar tu propia ira antes los desafíos diarios de la crianza.

Controlar la ira y ser humildes antes los niños son dos de los primeros cambios internos que tenemos que llevar a cabo si queremos integrar la filosofía Montessori en el hogar.

PEQUEÑOS OBJETIVOS ALCANZABLES PARA CAMBIAR


Si estás dentro de la espiral de los gritos entiendo que no es fácil salir de ella. Te animo a que te marques pequeños objetivos alcanzables.

  • 1 día sin gritar a tu hijo
  • 1 día sin gritar a nadie
  • 1 semana sin gritar a nadie
  • 1 mes sin gritar a nadie


Si llegas al tercer punto casi habrás conseguido salir de la espiral tóxica de los gritos ¡Enhorabuena! Estás en el camino de la crianza consciente y respetuosa. ¡Ojo! Si tienes un mal día y acabas explotando por cualquier circunstancia y gritando, no dejes que la culpa eche por tierra todo el trabajo que has hecho. ¡Somos humanos! Y las madres somos muy de "darnos con el látigo" ante cualquier error que cometemos.

  • Recapacita sobre cómo te encuentras y qué circunstancias personales te han hecho explotar
  • Reflexiona sobre cómo podrías afrontar una situación de agobio y estrés la próxima vez 
  • Pide perdón a tu hijo y cuéntale cómo te sientes y qué te llevó a gritar.


¿Se te ocurre alguna razón más para no gritar a tu hijo? ¿Qué técnicas empleas para no hacerlo?


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5 comentarios:

  1. Genial el post, yo tengo un gran problema con los gritos, siempre me han dicho que soy muy gritona, tengo el limite bastante bajo a la hora de explotar, por suerte, con vega me contengo muchísimo, pero aun tengo que mejorar mucho. Gracias por tus consejos

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  2. Totalmente de acuerdo.

    De todo, es lo que más me cuesta. Y eso que he mejorado muchísimo respecto a mi yo antes de que él naciera...

    Pero hace unos meses me propuse como objetivo no gritar e intentar superar mi ira de otras formas, para darle un mejor ejemplo. No siempre lo consigo pero me siento muy orgullosa de mí misma porque lo normal es que pasen días sin gritar. Ni a él, ni a nadie :)

    Técnicas ninguna... Intenté pensar que en realidad, en sí mismos, los gritos no sirven para nada. Respiro, dejo pasar esos segundos en los cuales metería un grito que para que, y a partir de ahí sigo sin gritar.

    Gracias por tus consejos :)

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  3. Me ha encantado, muchas gracias :)

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  4. Buenos días, en mi caso este es mi cuarto hijo (tiene 6 meses)y no tuve a los 43 años. Así que con la edad y la experiencia llegó la paciencia. Ahora leo más y trató de poner en práctica los consejos que me dan. Por lo que ya he disminuido los gritos mucho. Mis hijos mayores están muy felices por ello.

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  5. Hola! Tengo este problema, me cuesta gestionar los “no” constantes, desafíos, poner límites y ... no acabar gritando cuando la situación me supera. Marta, recomiendas algún libro que profundice en cómo gestionar y aprender herramientas que poner en práctica? Gracias!

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